Los manglares son hábitats liminales de bordes difusos. Espacios frontera entre el mar y la tierra. Biotopos. Incubadoras donde árboles retorcidos de enrevesadas raíces aéreas procesan, movilizan y filtran sedimentos orgánicos que se acumulan de acuerdo a las dinámicas de acción de las olas. El Mangle es un lugar ideal para albergar organismos acuáticos, terrestres y anfibios en crecimiento pues la composición de sus aguas, de sedimento y residuo, resultan ideales para los estadios iniciales del desarrollo de peces, moluscos y crustáceos. El manglar es una manera para explicar la investigación abierta: al modo que los sustratos orgánicos se sedimentan para generar espacios nutritivos que dan vía a nuevas generaciones de animales y plantas, los residuos de las investigaciones, esa materia gris y turbulenta que se produce, los datos que se desechan a pie de página y se aglutinan abstraídos en las bibliografías, resultan fragmentos nutritivos para otras investigaciones.